sábado, 22 de agosto de 2009

VIVIR LA RADIO POR DENTRO Y POR FUERA

SABADO 6 de Septiembre de 2008
Diario LA NACION · Platea infantil / Por Ruth Mehl

Un entretenido espectáculo que despierta oportunas curiosidades por el medio

Radio para armar es, en realidad, una suerte de clase animada mediante la cual se muestra al público cómo se prepara y construye un programa de radio. El enfoque es muy atractivo, y los niños, especialmente los mayores de siete años, se interesan mucho y aportan sus ideas o reacciones a los juegos propuestos.
Los intérpretes -que, a la vez, son en verdad los realizadores del programa de radio Una nube para la infancia, que se trasmite por Internet- se presentan y explican cuáles son sus funciones en el momento de emitir la audición: hay un locutor, que es el conductor y el que lee noticias, libretos, o cuentos; un encargado de los efectos especiales, experto en ruidos y ruiditos; hay dos chicas, que leen y hacen distintas voces, y una experta en sonidos, que desde la computadora incorpora lo necesario, incluida la música.
Todo esto se explica mediante diálogos y bromas entre los actores, quienes, a la vez, ofrecen muestras de lo que significan sus funciones y cómo resultan para la emisión de un programa. Luego, llegará el momento de hacerlo, que tendrá el formato de un cuento leído.
Efectos y efectitos
Al leer el relato escogido, los locutores y locutoras harán las voces; el "señor efectos", los ruidos ocasionales; la "señorita sonidos", la música, la lluvia y otros ruidos ambientales más o menos exóticos. Los niños de la platea aportarán sus propios efectos según las consignas. Posteriormente, el público podrá escuchar la grabación de lo que acaban de producir, y reconocer la ocasión de su intervención, así como apreciar su resultado general, al saber cómo se llegó hasta allí.
Todo transcurre en un clima amable, entretenido y muy cálido.
Es posible que al regresar a casa más de un chico inquieto busque cosas en su placard para armar su propio estudio de radio, o que lo proponga en la escuela, o se asocie con amiguitos para ver si lo pueden hacer, con recursos simples a la mano.
Y aunque no haga eso, tendrá una comprensión más clara de lo que pasa del otro lado de un parlante y la mente abierta a lo que el ingenio puede lograr para producir ilusiones.
Lo que interesa es que chicos y grandes pasan un rato entretenido, amplían su visión sobre lo que se puede cuando hay ganas y salen con mayor curiosidad hacia lo que las personas hacen cuando hacen cosas.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1047050

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